ÍNDICE GLICÊMICO


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MANUZZA, Marcela Alejandra; BRITO, Graciela; ECHEGARAY, Natalia Soledad; LOPEZ, Laura Beatriz. Índice glucémico y carga glucémica: su valor en el tratamiento y la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles. Diaeta, Buenos Aires, v. 36, n. 162, p. 29-38, mar. 2018. Disponível em Scielo

Introducción: el patrón alimentario condiciona la prevención y control de enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) de creciente prevalencia: obesidad, sobrepeso, insulinoresistencia, cáncer y enfermedades cardiovasculares (ECV). Cantidad y calidad de carbohidratos (CHO) afectan niveles de insulinemia y glucemia postprandiales, desencadenantes de mecanismos fisiopatológicos involucrados en ECNT. El Índice Glucémico (IG), una herramienta para clasificar alimentos según tipo de CHO, junto con la Carga Glucémica (CG) que considera cantidad de CHO, para predecir sus efectos sobre la glucemia postprandial, se limitaron inicialmente a la dietoterapia en diabetes; hoy los conocimientos sobre los efectos de distintos CHO en las ECNT ampliaron su uso a la población general como herramientas para seleccionar alimentos. Existe consenso creciente sobre sus beneficios en prevención de ECNT; considerando limitaciones: no contemplar respuesta insulínica, variación intra e interindividual en respuesta glucémica (RG) y dificultad para estimar IG en comidas mixtas. Aun así, se sostiene que, para realizar elecciones alimentarias saludables, interesa considerar composición química y efectos fisiológicos de los CHO, porque, por sí sola, la naturaleza química de los CHO alimentarios no describe sus efectos fisiológicos. Objetivos: realizar una puesta al día sobre la valoración que la comunidad científica internacional otorga a IG y CG, y su utilidad en el manejo de las ECNT. Conclusión: El IG y la CG son considerados actualmente indicadores de gran valor para categorizar la calidad y cantidad de CHO alimentarios, dado que se reconocen sus efectos asociados en distintas magnitudes al riesgo de obesidad, ECV y cáncer. Además de sus usos educativos para estimular hábitos saludables, son frecuentes sus empleos epidemiológicos, permitiendo distinguir entre alimentos con alta y baja RG, identificando patrones alimentarios poblacionales. La escasez de datos respecto al IG en preparaciones típicas de los patrones alimentarios nacionales y regionales promueve la necesidad de desarrollar investigaciones locales en la temática.